Thursday, January 3, 2013

Apariencias Vs Realidad: El manifiesto de una esclava





En épocas pasadas el arquetipo de la mujer perfecta era el de una joven esposa abnegada, cariñosa, silenciosa; conformista excepto para aquello referente a su marido, su apariencia, hijos, hogar. Y que no crecía más allá de los límites de esas cuatro paredes. Su desarrollo como persona individual no estaba contemplado dentro de la conciencia social contemporánea de aquél tiempo.

Indudablemente la sociedad ha cambiado y las mujeres junto con ella han tomado la "batuta" y asentado precedentes importantes para redefinir su imagen ante el mundo masculino. Pero nada es perfecto, y así como existe aún la violencia de género tanto en las religiones ortodoxas como en las comunidades modernas y "civilizadas", la gran mayoría  de los seres humanos siguen persiguiendo la idea de una falsa utopía dentro de una realidad blanco y negro, sin cabida a intermedios. Un triángulo en cuyas puntas inferiores se encuentran el "Machismo" y "Feminismo", mientras que en la cúspide hallamos la "Igualdad".

Lo cierto es que no hay utopías, no existe aquella presunta igualdad. Si bien hay muchas cosas en nuestro maravilloso universo que parecían imposibles de ser alteradas, creadas o destruidas, y a pesar de ello el humano lo ha conseguido, con la igualdad sólo se puede soñar, ambicionar... Pero jamás alcanzar. No es más que una mentira en la quieren creer, porque simple y llanamente  somos diferentes; física, psicológica e incluso espiritualmente. No hay igualdad, sólo excepciones.

No digo que seamos incapaces de lograr los mismos objetivos, pero existen circunstancias que nos recuerdan que esa ilusión de lo que es "justo" para uno, no lo es para el otro.

Contrario a lo que podría creer una mujer común -digamos, "vainilla"-, el ser sumisa o esclava no implica tener baja autoestima, no quiere decir ser conformista, no se trata de convertirse en un objeto inútil, ni de quedarse parada recibiendo golpes por cualquier motivo; de absoluta carencia de voz o voto. Y tampoco el ser sumiso o esclavo es dar cabida a la creencia de que se es débil o poco hombre. Pero lamentablemente eso es lo que piensan, y de forma muy equivocada. 



Para ellos los "Amos" son la encarnación pura del Machismo, pero son las mujeres las verdaderas precursoras de  la expresión y de dicho comportamiento, ¿Acaso no son esos hombres los hijos de una generación de mujeres realmente conformistas y débiles? 

El igualmente infame Feminismo no es más que un eufemismo para describir un proceder que empezó siendo noble y necesario, pero que terminó convirtiéndose también en una excusa para ser misógino. Las "feminazis" que apoyan la idea de que sólo por ser mujeres merecen tratos especiales y superiores a los que se les da a los hombres, comparten la misma manera de pensar retorcida de su contraparte. Me ha tocado ver mujeres quejándose de estar esperando demasiado tiempo en una fila que da prioridad al orden de llegada, sólo porque sus asuntos son más importantes que los que pudieran tener los demás, que deben de hacerla pasar antes que el resto, que son hombres.

De nuevo, son extremos. Y el verdadero punto de todo esto, es que las relaciones D/s no están sujetas a los paradigmas sociales comunes. Trata de conocerse a sí mismo, de aceptar la verdadera naturaleza y entregarse voluntariamente. Los Am@s no son machistas o feministas, son personas cuya estabilidad emocional se sostiene con el acto de procurar y de tener el control sobre otra, pero sólo si ésta así lo desea. La persona sumisa no está obligada en contra su voluntad a cumplir con las órdenes del Dominante, ni a hacer nada insoportable físicamente, o provoque un daño irreversible.

Eso es el BDSM, una práctica que debe ser Sana, Segura y Consensuada.




1 comment:

  1. Para todo en este universo hay un equilibrio, como en la vida misma y en el ser humano. En nuestra relación D/s hemos alcanzado ese equilibrio perfecto que nos llena de dicha y plenitud, por eso nuestra relación es de pocas e inalcanzables.

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