Tuesday, January 1, 2013

El primero de muchos




30 de Diciembre

Durante estas festividades las reuniones están a la orden del día, por lo que naturalmente me vi en la obligación/alegría de viajar para visitar a mi Familia. 

Alegría, porque no los veía desde hace un año. Después de una vida de compartir con ellos cada fecha importante en el calendario y tras haberles dejado el vacío de mi ausencia era absolutamente necesario para mi "lamer" las heridas e iluminar sus días una vez más.

¿Obligación?, porque mi Amo no podía acompañarme... Soy extranjera, y el viajar representó para mi reto muy duro después de un año de vivir a su lado, de disfrutar del calor de sus brazos, del placer infinito que sus labios. Una separación muy larga, un mes y 18 días... A sólo 2 semanas para regresar a Él, estas vacaciones llevan al límite mi voluntad para mantenerme cuerda.

Pero esa noche del 30, mi Dueño me ha concedido el regalo de verle en una videollamada. Un honor y premio que había estado reservando celosamente para cuando Él lo considerase oportuno. Pero la espera valió absolutamente cada día, pues al momento de verlo... De escuchar su voz, de vanagloriarme con cada detalle maravilloso de su piel blanca haciendo hermoso contraste con su cabello negro; el perfil fino de su nariz, perfecta en cada línea; su mirada intensa, su porte imperioso. Sentí una emoción tal que me hizo retroceder hasta los años de mi tierna e ingenua juventud, donde una niña enamorada veía pasar al objeto de sus inmaduros deseos frente a Ella.

Ya me había dicho Él con anterioridad que mi voz cambiaba totalmente cuando le hablaba, porque se suavizaba abandonando el tono grave con el que me comunicaba con otros mortales. Pero nunca antes este detalle fue tan evidente para mí como lo fue aquella noche. Mi corazón latía con fuerza, la sonrisa en mi rostro amenazaba con seguir permanentemente allí; reía como tontita apenada cada vez que utilizaba el tratamiento de "usted" para referirme a mi Dueño, tal y como Él había ordenado. Era yo, una humilde servidora rindiendo cuentas antes su Señor.

Hablamos de los detalles de mi regreso. Daría inicio a mi educación formal como sumisa luego de un período extenso de "descanso" mientras nos adaptábamos a nuestra vida como casados.

Él estaba feliz con mi aceptación, y decidió que debería irme acostumbrado a la idea de Babear como la perra que era. Hacerlo me liberaría poco a poco de la verguenza incoherente que la sociedad marca como pauta de decoro, y empezaría esa misma noche. Me ordenó ir a masturbarme antes de acostarme y babear mientras lo hacía; tenía prohibido escupir y tragar saliva, sólo podía abrir la boca y disfrutarlo mientras las gotas se deslizaban por mi mentón.

En esos momentos estaba quedándome a dormir con una de mis primas, pero desde hacía bastante había perdido yo el "respeto" a circunstancias como esas, así que me fui al baño para ejecutar la orden de mi Señor. El requerimiento llegó a preocuparme en cierta medida porque no soy de las personas a las que se les haga sencillo "babear" en cualquier momento, y temía fallarle. Mas, aquella excusa se desvaneció de mi mente al recordar mi máxima como sumisa: Obedecer. Así que allí, encerrada en el  baño, comencé a tocarme, a concentrarme en su provocativa voz, en su presencia omnipresente en mí como un ente invisible y poderoso. Y poco a poco la saliva fue fluyendo a través de mi boca, deslizándose hacía mi lengua que saqué como buena perrita; utilizando el exceso para humedecer mis pezones duros aumentando así el placer de la entrega mental que le hacía a mi Dueño aún en la más basta distancia, cumpliendo.

31 de Diciembre. Fin De Año

La noche anterior, antes de mi última encomienda. Mi Dueño dejó otra tarea para mí: Iría sin bragas a la reunión familiar, sin derecho alguno a evasivas, sin importar si mis padres se percataban del detalle; me masturbaría al final de la cuenta regresiva para dar inicio al año 2013 y babearía para comenzar mi primer año oficial como su sumisa. Hacerlo me inspiraba tal emoción, tanta como si me hubiese pedido escabullirme con Él para ser usada pese a la presencia de mis padres, abuelas, y tías en aquella enorme casona en la que vivían.

Arreglé mi cabello, me maquillé con encanto, me puse mi vestido de lentejuelas doradas, me calcé mis sandalias de tacón alto para presumir mi manicura francesa, y acudí a la velada sintiéndome como una auténtica mujerzuela perfectamente preparada para cumplir con su función. Y luego de los abrazos, de las felicitaciones apropiadas, me encaminé al baño de nada más y nada menos que de mi abuela para obedecer a mi Dueño una vez más. Le probaría lo buena perra que soy, a eso estaba decidida... Por lo que me llevé la cámara digital de mis padres para tomar fotografías como demostración de mi obediencia, en las que me vería babeando como si en ese momento estuviera allí llevándome al éxtasis.



Feliz Año Nuevo 2013 Am@s y Sumis@s

Que el placer y el dolor los llenen de deliciosas bendiciones



{S}Lilu

1 comment:

  1. Deseaba que empezaras el año como buena perra, MI perra. Me enorgullece que me hayas cumplido, espero que hacerlo pueda mantener tu convicción durante este nuevo año.

    ReplyDelete